viernes, 27 de abril de 2012

RUNAS

Las runas son un antiguo alfabeto germánico, utilizados en la escritura, la adivinación y la magia rúnica. Se utilizaron en todo el norte de Europa, Escandinavia, las Islas Británicas, Islandia además de América del Norte, lo que apoya a la versión histórica que los vikingos llegaron a las Américas mucho antes de Colón.
La palabra “runa” significa misterio, secreto o susurro. Cada runa tiene significados esotéricos y propiedades relacionadas con él, más allá de su sentido mundano y valor fonético. Cada uno de estos símbolos se traduce en una palabra o una frase que significaron  conceptos importantes para los primeros pueblos que los utilizaron, en representación de las fuerzas de la naturaleza y la mente. Cada runa tiene una historia asociada a ella, una relación con un Dios nórdico.
 Se dice que Odin, el Alto Dios nórdico de la Aesir, permaneció colgado de los árboles del mundo, clavado por su propia lanza, durante nueve días y noches con el fin de obtener el conocimiento de las runas. Cuando apareció por debajo de las runas el conocimiento rúnico le dio el poder. Más tarde pasó este conocimiento a la diosa Freya y  ella, a su vez, le enseñó la magia de Sedir y de esta forma se fue enseñando el lenguaje a la humanidad.
El alfabeto Rúnico alemán apareció por primera vez entre las tribus de Europa central y oriental. Algunos símbolos de las runas es probable que hayan sido adquiridas de otros alfabetos, como el griego, etrusco y el romano temprano. La runas eran de líneas rectas para que los caracteres adecuados para el corte en la madera o piedra. Las primeras inscripciones en piedra Rúnico están fechados a fines del siglo III, aunque es probable que el alfabeto rúnico se han utilizado durante algunos siglos antes.
El viejo alfabeto rúnico germánico o “los ancianos Futhark” contiene 24 runas.  Las primeras seis runas del alfabeto resultan de deletrear la palabra “FUTHARK”.
 Con la propagación hacia el norte,  más precisamente Escandinavia, algunos símbolos rúnicos se retiraron y el alfabeto se redujo a sólo 16 runas. Además, los cambios en el lenguaje han llevado a que nueve runas se hayan añadido al alfabeto para compensar por el extra sonido, y a varias runas se les dieron diferentes letras correspondientes; a este alfabeto ampliado a 33 símbolos, se conoce como el anglosajón.

Consultar las Runas

 La creciente fuerza que el Oráculo Rúnico viene adquiriendo en el mundo no se debe a lo exótico de su propuesta ni a la fascinación que ejercer la mitología del norte de Europa, si no que surge de su profundidad simbólica, la cantidad de matices en su significado y por contrapartida, la exactitud de sus mensajes.
 Cada runa se vincula a una serie de ideas afines. Obviamente no podemos aplicar todas ellas en cada pregunta formulada, pero sí es viable relacionar dichos contenidos con el tema y entorno de la pregunta. Es preciso hacer una interpretación comprensiva, amplia y de ser posible intuitiva; es decir, donde juegue un papel importante nuestra sensibilidad a las metáforas que cada runa envuelve.
En la medida en que se formula claramente una pregunta, aumenta nuestra capacidad de penetrar en la respuesta. En la medida en que quien consulta expresa más claramente sus dudas y necesidades,  será más fácil  para el terapeuta ayudarle  a ver las vías y los caminos a tomar, y de esta forma estará en mayor capacidad de brindarle ayuda y consejo, pues estaremos también en mayor sintonía con las implicaciones del problema o situación del consultante. Es importante destacar, que en ese discernir  hay un nivel racional, de sentido común, que nos ubica en la temática contextual; pero también un sentir, como capacidad de ser sensible a las posibles asociaciones y evocaciones para fluir con ellas, inspirados por las runas. En este punto, ya estamos tocando el terreno del tercer contexto: el personal.

Contexto personal de quien realiza la consulta

Hay personas a quienes se les hace más fácil que a otros el uso de las runas. No hay duda de que cada quien tiene talentos diferentes y estos nos permite realizar sin esfuerzo aquello que a otros les toma mucho tiempo y trabajo. Entre esos talentos está la intuición. En el caso de las runas, la intuición se pone de manifiesto en la capacidad de interpretarlas creativamente, de encontrar la relación entre su significado y la situación que se consulta, de visualizar la aplicación de sus metáforas en cada tema consultado.
En todo caso, un mensaje rúnico, al igual que otros métodos orientativos como el tarot evolutivo, la cábala, la carta astral, etc., tiene casi tantas lecturas posibles, como intérpretes. Todo depende de la óptica del profesional, de su formación, de su posibilidad de asociar acontecimientos y significados, de su experiencia y sentido intuitivo. En pocas palabras, la interpretación del mensaje es siempre una cuestión de percepción. Siendo más un arte que una ciencia, cada profesional prioriza y relaciona los mensajes según su visión particular de la vida, sus propias vivencias y su formación.

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